Día 8 - Inicio - Día 10
Baker es un sitio totalmente de paso, apenas consta de una calle llena de moteles, gasolineras y sitios de comida rápida. No estuvimos allí más que una noche y nuestro único cometido fue dormir. Como anécdota, contar que dormimos en un motel donde las habitaciones estaban a pie de calle, y en cuyo interior, había un cartel que recomendaba mantener las puertas cerradas para evitar que en las habitaciones entrasen las serpientes moteadas del lugar (definir así a la serpiente es consecuencia de una traducción literal, desconozco el nombre específico del animalito), las cuales son altamente venenosas.
Tal cual nos levantamos, desayunamos y nos pusimos rumbo al Death Valley.
Ya de camino el paisaje es impresionante. La nada en cualquiera de las direcciones que mirásemos. En el trayecto se pasa junto a las Dumont Dunes, están bien señalizadas y se ven sus primeras estribaciones desde la misma carretera. Nosotros no nos desviamos para visitarlas.
Al Death Valley se entra libremente, no hay nadie controlando, si bien, como Parque Nacional que es se debe pagar, siendo éste un trámite que hay que hacer de motu proprio yendo a una máquina expendedora de tiques al efecto. En ese mismo lugar se encuentra la que fue nuestra primera parada, el Dante's View,
mirador situado a 1650 m y que domina todo el valle. A lo lejos puede verse Telescope Peak, que con sus 3367 m (11049 ft) es el punto más alto de todo el valle.
No sin antes detenernos, casi por azar, en el Borax Museum, donde junto a los restos de la refinería se cuenta como cuadrillas de 20 mulas tiraban de dos vagones cargados de diez toneladas de bórax a lo largo de 265 km hasta Mojave Station, seguimos rumbo a Furnace Creek, lugar más poblado del desierto y que constituye gracias a sus manantiales un auténtico oasis. En este punto hay numerosos restaurantes y moteles, así como un campo de golf, que situado a 65 m bajo el nivel del mar, es el campo de golf más bajo del mundo.
El siguiente alto lo hicimos en el Golden Canyon, un estrecho cañón de color dorado y que antaño era cruzado por una carretera, la cual fue barrida por una tormenta en 1976, y cuyos restos aún pueden observarse en algunos tramos.
Continuando la ruta nos introdujimos en la Artists Palette, que no es otra cosa que un recorrido circular en el que no hay nada digno de ver, y por tanto a nuestro juicio, totalmente prescindible.
Más adelante hicimos la que sería nuestra penúltima parada en el valle, el Devil's Golf Course, extensión plagada de rocas de sal que le confieren una superficie irregular, por ello su nombre, pues el diablo es el único que podría jugar a golf allí.
Finalmente llegamos a Badwater, que a fin de cuentas era el destino que había motivado nuestra visita al Death Valley. Aquí se encuentra el punto más bajo del hemisferio occidental, casi 86 m por debajo del nivel del mar. Nosotros no experimentamos excesivo calor, recordamos que fuimos en septiembre, pero es un lugar en el que se pueden alcanzar casi los 50º y que recibe una casi nula aportación fluvial al año.
Así dimos por terminada nuestra visita al acertadamente llamado Valle de la Muerte y nos pusimos al volante con destino a Barstow. El porqué nos decantamos por este lugar y no otro no tiene mayor explicación, simplemente buscábamos un sitio en dirección a San Diego al que fuera viable llegar. Una vez seleccionado Barstow, hicimos uso del GPS para localizar los moteles, eligiendo entre todos el Route 66 por aquello de que nos hizo gracia el nombre, recibiendo éste dicha denominación por encontrarse localizado en la antigua y conocida ruta.
Cuando llegamos al motel fuimos amabilísimamente atendidos por la regente del mismo. En el parking había varios coches clásicos, algunos de los cuales nos contó la mujer que le habían querido comprar, si bien ella no accedió. Estaba claro que aquel pintoresco sitio eras u vida. Por lo demás, el alojamiento no tenía nada de especial, un motel más, si bien es cierto, que la zona se encontraba un tanto degradada. En cualquier caso, la finalidad pretendida era descansar, y dormir, dormimos bien.
Día 8 - Inicio - Día 10
Baker es un sitio totalmente de paso, apenas consta de una calle llena de moteles, gasolineras y sitios de comida rápida. No estuvimos allí más que una noche y nuestro único cometido fue dormir. Como anécdota, contar que dormimos en un motel donde las habitaciones estaban a pie de calle, y en cuyo interior, había un cartel que recomendaba mantener las puertas cerradas para evitar que en las habitaciones entrasen las serpientes moteadas del lugar (definir así a la serpiente es consecuencia de una traducción literal, desconozco el nombre específico del animalito), las cuales son altamente venenosas.
Tal cual nos levantamos, desayunamos y nos pusimos rumbo al Death Valley.
Ya de camino el paisaje es impresionante. La nada en cualquiera de las direcciones que mirásemos. En el trayecto se pasa junto a las Dumont Dunes, están bien señalizadas y se ven sus primeras estribaciones desde la misma carretera. Nosotros no nos desviamos para visitarlas.Al Death Valley se entra libremente, no hay nadie controlando, si bien, como Parque Nacional que es se debe pagar, siendo éste un trámite que hay que hacer de motu proprio yendo a una máquina expendedora de tiques al efecto. En ese mismo lugar se encuentra la que fue nuestra primera parada, el Dante's View,
mirador situado a 1650 m y que domina todo el valle. A lo lejos puede verse Telescope Peak, que con sus 3367 m (11049 ft) es el punto más alto de todo el valle.No sin antes detenernos, casi por azar, en el Borax Museum, donde junto a los restos de la refinería se cuenta como cuadrillas de 20 mulas tiraban de dos vagones cargados de diez toneladas de bórax a lo largo de 265 km hasta Mojave Station, seguimos rumbo a Furnace Creek, lugar más poblado del desierto y que constituye gracias a sus manantiales un auténtico oasis. En este punto hay numerosos restaurantes y moteles, así como un campo de golf, que situado a 65 m bajo el nivel del mar, es el campo de golf más bajo del mundo.
El siguiente alto lo hicimos en el Golden Canyon, un estrecho cañón de color dorado y que antaño era cruzado por una carretera, la cual fue barrida por una tormenta en 1976, y cuyos restos aún pueden observarse en algunos tramos.Continuando la ruta nos introdujimos en la Artists Palette, que no es otra cosa que un recorrido circular en el que no hay nada digno de ver, y por tanto a nuestro juicio, totalmente prescindible.
Más adelante hicimos la que sería nuestra penúltima parada en el valle, el Devil's Golf Course, extensión plagada de rocas de sal que le confieren una superficie irregular, por ello su nombre, pues el diablo es el único que podría jugar a golf allí.
Finalmente llegamos a Badwater, que a fin de cuentas era el destino que había motivado nuestra visita al Death Valley. Aquí se encuentra el punto más bajo del hemisferio occidental, casi 86 m por debajo del nivel del mar. Nosotros no experimentamos excesivo calor, recordamos que fuimos en septiembre, pero es un lugar en el que se pueden alcanzar casi los 50º y que recibe una casi nula aportación fluvial al año.Así dimos por terminada nuestra visita al acertadamente llamado Valle de la Muerte y nos pusimos al volante con destino a Barstow. El porqué nos decantamos por este lugar y no otro no tiene mayor explicación, simplemente buscábamos un sitio en dirección a San Diego al que fuera viable llegar. Una vez seleccionado Barstow, hicimos uso del GPS para localizar los moteles, eligiendo entre todos el Route 66 por aquello de que nos hizo gracia el nombre, recibiendo éste dicha denominación por encontrarse localizado en la antigua y conocida ruta.
Cuando llegamos al motel fuimos amabilísimamente atendidos por la regente del mismo. En el parking había varios coches clásicos, algunos de los cuales nos contó la mujer que le habían querido comprar, si bien ella no accedió. Estaba claro que aquel pintoresco sitio eras u vida. Por lo demás, el alojamiento no tenía nada de especial, un motel más, si bien es cierto, que la zona se encontraba un tanto degradada. En cualquier caso, la finalidad pretendida era descansar, y dormir, dormimos bien.
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