Ahí lo tienen, él, solo, únicamente acompañado de su valor, sus principios y sus creencias. La fotografía fue tomada por Jeff Widener, un miembro de Associated Press, desde el sexto piso del Hotel Beijing, y supuso que aquel intrépido desconocido pasase a los anales de la posteridad bajo el apodo del Hombre del Tanque (Tank Man).
La escena tuvo lugar el 5 de junio de 1989, un día después de que el gobierno chino comenzase una represión violenta de las protestas democráticas, en la pekinesa Cháng An Dá Jie o Gran Avenida de la Paz Eterna, a tan sólo un minuto de distancia de la plaza de Tiananmen.
Sin perjuicio de la foto que abre el post, señalar que toda la secuencia fue grabada, la cual, a sugerencia de mi amigo José Miguel, he optado por poner a su disposición. Como bien me comentó el referido colega, lo que aconteció pone los pelos como escarpias, pero sin duda alguna, mejor que intentar describírselo, véanlo ustedes con sus propios ojos.
¿De qué sirvió su hazaña? Más bien de poco, aparte de para dar qué hablar. En cualquier caso, el hecho es encomiable y no deja de poner de relevancia el arrojo de su protagonista, que al igual que otros tantos en la historia, actuaron con un único trasfondo común: los valores. El conformismo juega únicamente en beneficio de unos pocos que manejan el cotarro, gestos como éstos, que por desgracia suelen acabar con el malogramiento de quienes están al frente, son los que en definitiva ayudan a cambiar el mundo.
Por último, aprovechar la oportunidad de fecha, lugar y lamentablemente, contenido, para de cara a la proximidad de la celebración de las próximas Olimpiadas, remitirles a la sección al efecto de la página de Amnistía Internacional, al objeto de arrojar un poco de luz a la realidad de esa nueva potencia económica que todos parecen empeñarse en alabar sin reparar en su cara oculta: explotación laboral, diferencias económicas extremas dentro del mismo país, censura, tortura, pena de muerte…
La escena tuvo lugar el 5 de junio de 1989, un día después de que el gobierno chino comenzase una represión violenta de las protestas democráticas, en la pekinesa Cháng An Dá Jie o Gran Avenida de la Paz Eterna, a tan sólo un minuto de distancia de la plaza de Tiananmen.
Sin perjuicio de la foto que abre el post, señalar que toda la secuencia fue grabada, la cual, a sugerencia de mi amigo José Miguel, he optado por poner a su disposición. Como bien me comentó el referido colega, lo que aconteció pone los pelos como escarpias, pero sin duda alguna, mejor que intentar describírselo, véanlo ustedes con sus propios ojos.
¿De qué sirvió su hazaña? Más bien de poco, aparte de para dar qué hablar. En cualquier caso, el hecho es encomiable y no deja de poner de relevancia el arrojo de su protagonista, que al igual que otros tantos en la historia, actuaron con un único trasfondo común: los valores. El conformismo juega únicamente en beneficio de unos pocos que manejan el cotarro, gestos como éstos, que por desgracia suelen acabar con el malogramiento de quienes están al frente, son los que en definitiva ayudan a cambiar el mundo.
Por último, aprovechar la oportunidad de fecha, lugar y lamentablemente, contenido, para de cara a la proximidad de la celebración de las próximas Olimpiadas, remitirles a la sección al efecto de la página de Amnistía Internacional, al objeto de arrojar un poco de luz a la realidad de esa nueva potencia económica que todos parecen empeñarse en alabar sin reparar en su cara oculta: explotación laboral, diferencias económicas extremas dentro del mismo país, censura, tortura, pena de muerte…
Les invito a que no dejen de visitar el vínculo, y al más puro estilo circense, pasen, lean y piensen.
Información consultada en Wikipedia:
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Comentarios
Para mi gusto personal, de largo la mejor entrada de este ya de por sí buen blog.
Con respecto ya al contenido de la entrada en sí, poca gente habrá pisado la faz de la tierra con el valor de este individuo: ¿Cómo se puede, por mucha determinación que se tenga, "agarrar" los pies al suelo con una mole de toneladas de hierro avanzando hacia ti a dos metros de distancia? Inconcebible. Y encima, si en el último momento se hubiera apartado, él llevaría probablemente una vida más o menos normal, con lo que tampoco habría sido una desgracia para él.
Es una imagen de una humanidad exultante, pues esto, de seguro que los animales no lo hacen.
Por lo que leo en el enlace a wikipedia, la revista "Time" le nombró uno de los 100 personajes más influyentes del siglo XX. Estoy completamente de acuerdo. En la era de la imagen, y más en un país del hermetismo de China, que se viera lo que se vio sacudió cimientos en el mundo entero.
Estaría bien hacer una encuesta para saber qué lugar ocupa esta instantánea entre las más famosas de la era digital. Su posición sin duda no sería nada desdeñable.
Dice el autor de la entrada que la hazaña no sirvió de mucho. La realidad china hoy es tozuda y da la razón a esa opinión. Pero también habría que ver la ola de emoción que esa simple imagen hizo correr por el mundo. El Guernika no cambió lo que había pasado, pero creó una sensibilidad quizás nueva.
Por último, invito a todo el mundo a que firme la declaración de Amnistía Internacional.
Y cómo no, gracias por el link.