¿Cuán inteligente es usted?

En estos días de exámenes, preparando entre otras la asignatura de Psicología de la Instrucción, estudié y con ello recordé la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, la cual no es sino el objeto de la presente entrada.
Gardner, en sus formulaciones, cuestiona la existencia de ese algo que llamamos inteligencia, y por extensión y conforme a sus ideas, así mismo discrepa sobre el hecho de que esta capacidad pueda ser medida y reducida a un simple número, como es el caso del llamado coeficiente intelectual.
En su teoría, Gardner propone que existen varias inteligencias, concretando al menos, siete inteligencias básicas (lingüística, lógico-matemática, espacial, corporal kinestésica, musical, interpersonal e intrapersonal), a las cuales atribuye localización concreta en el sistema neurológico, temporalización evolutiva y funciones concretas. Por poner muy brevemente un ejemplo que sintetice la idea, señalar que la inteligencia corporal kinestésica (cinestesia significa etimológicamente sensación y movimiento), se localiza en el cerebelo y córtex motórico, su evolución varía según la fuerza y la flexibilidad, así como el área, es decir, el tipo de deporte que se practique, y que su manifestación principal se da en los ejercicios atléticos, la dramatización y la danza.
La idea de Gardner es ensanchar el cometido del potencial humano más allá de los límites del mero CI. Por ello, cuestiona seriamente la validez del diagnóstico de la inteligencia de un sujeto mediante pruebas que sacan a una persona de su ambiente natural de aprendizaje para someterla a una serie de tareas que probablemente no vuelva a hacer.
En esta línea, pero al contrario, Gardner sugiere que la inteligencia tiene mucha más relación con la capacidad de resolver problemas y elaborar productos en un escenario natural y estimulante. En consecuencia, el mejor método de diagnóstico de las diferentes inteligencias no es otro que la observación.
Para el autor de la teoría, es importante el hecho de que se reconozcan y cultiven las diferentes inteligencias, así como la circunstancia de las distintas formas que éstas tienen de combinarse. Todos somos diferentes porque nuestras inteligencias se combinan de distinto modo. Si esto se reconoce, las posibilidades de tratar muchos de los problemas actuales aumentará considerablemente.
Personalmente, considero esta teoría altamente coherente. Según ésta, encontramos justificación al hecho de que una persona pueda ser especialmente tenaz en un ámbito y no así en otro, gracias a lo cual por fin se halla fundamento teórica a aquello de "es que yo soy de ciencias" o "es que yo soy de letras".
Así mismo, se desvincula de la típica etiqueta que con carácter general y de naturaleza prematura por aspectos concretos se utiliza al uso para definir a alguien de listo o de tonto, hilo al cual señalo mi absoluta detracción ante la respectiva relación de tales apelativos respecto al mal y buen comportamiento.
Por último, siguiendo al mismo Gardner, subrayar la especial importancia de la consideración de esta idea de cara a la incisión en algunos problemas.
Por cierto, no dejen de leer lo que escribió Albert Einstein en la pizarra. No cabe la menor duda de que era un genio.

BIBLIOGRAFÍA

BELTRÁN, J. (1998). Psicología de la Instrucción I. Variables y procesos básicos. Madrid, Síntesis S.A.

Comentarios

José Miguel ha dicho que…
Que esta teoría haya triunfado ya entre la comunidad científica es algo que no me explico fácilmente. Sólo puedo explicarlo pensando que los autores tratan así de dar a entender que la escuela debe diversificar su labor y preparar al alumno para la vida (saber resolver problemas), lo cual es plenamente cierto y recomendable.
Para una definición restringida de lo que es la inteligencia, el DRAE no ayuda especialmente. En su primera acepción señala que es la capacidad de entender o comprender. Hasta aquí el sentido tradicional del término, sin problemas. Sin embargo, en la segunda acepción se da un salto cualitativo: es la capacidad de resolver problemas. Además la quinta acepción de la inteligencia la define como habilidad, destreza y experiencia.
Está claro que nuestros académicos no se han mojado y han cubierto todos los frentes posibles. Tanto es así, que el problema permanece igual que al principio.
No obstante, que una persona inteligente sea aquélla capaz de resolver problemas no lo veo nada claro. Es como decir que una persona es guapa si consigue casarse con un buen partido. No tiene por qué. Sí que se podría hablar de inteligencia fracasada (así la llama J. A. Marina), pero aun fracasada, sigue siendo inteligencia. La mujer bella que no ha conseguido marido sería una belleza fracasada, en esta analogía.
Veo la inteligencia como una cualidad muy cercana a la creatividad. La creatividad podría definirse como la capacidad para relacionar conocimientos de dominios distintos, o sea, ser capaz de pensar de una manera interdisciplinar. También significa usar frecuentemente un pensamiento lateral, es decir, enfocar el asunto desde un punto de vista totalmente novedoso.
Tampoco entiendo muy bien que un buen jugador de fútbol tenga una inteligencia cinética, o que alguien con problemas de autoestima tenga poca inteligencia intrapersonal. Además, ahora algunos autores han añadido la inteligencia espiritual y hasta la natural (que te gusten los animales), con lo cual esto ya es un cachondeo. Serán características o habilidades, pero, ¿inteligencia?
Magia ha dicho que…
Recurrir a un test para determinar cuan inteligente es una persona únicamente en función de sus habilidades lingüísticas y lógico-matemáticas me parece limitar la inteligencia, creo que es más sensato considerar que la inteligencia va más allá de esos talentos o potenciales,es por eso que a mí Gardner me tiene convencida desde hace tiempo.
De todas formas definir y sobre todo medir la inteligencia no me parece tarea fácil, ni si quiera me lo parece saber qué habilidades son innatas y cuáles son producto de una buena estimulación durante el aprendizaje.
ECO5 ha dicho que…
Creo que seguir tu blog desde hoy será una idea inteligente...Saludos desde Aragón.