La joven asesinada

El otro día en clase, unas compañeras prepararon una dinámica de grupo que constaba de varias actividades, las cuales, como su propio nombre indica, precisan de una participación activa del colectivo presente.
Uno de los juegos que se propuso fue "La mujer asesinada", el cual sin más preámbulo pongo a su disposición:

La mujer asesinada

Una joven casada, poco atendida por el marido demasiado ocupado en sus negocios, se dejó seducir y fue a pasar la noche con su amante en una casa situada al otro lado del río.
Para volver a casa temprano al día siguiente y poder llegar antes de que volviera su marido, que se encontraba de viaje, tenía que cruzar un puentecillo, pero en él se encontró con un loco que le hacía gestos amenazadores y le impedía el paso, motivo por el cual decidió volverse.

Corrió entonces hasta un embarcadero cercano, donde había un hombre que se dedicaba a pasar gente en su barca de una orilla a la otra. Ella quiso montarse, pero el barquero le pidió el dinero del pasaje y como ella no tenía dinero, por más que le suplicó, éste se negó a cruzarla.

Llegados a este punto, volvió a casa de su amante y le pidió dinero, pero éste, sin darle mayores explicaciones se negó y la echó de casa.

Mientras vagaba por la orilla del río, la joven se acordó de un antiguo amigo que vivía cerca de allí. Se trataba de un joven soltero que había sentido por ella un amor platónico desde siempre, si bien ella nunca le había correspondido.

Una vez en casa del amigo, le contó todo lo que pasaba y le pidió dinero para volver a casa, a lo que él se negó alegando que le había decepcionado totalmente con esa conducta tan ligera.

La joven, tras una nueva tentativa en vano con el barquero, decidió volver a casa cruzando el puente. Fue entonces cuando el loco la mató.

¿Cuál es el grado de responsabilidad de los participantes? Ordénalos de más a menos responsable.

ESPOSA - MARIDO - AMANTE - LOCO - BARQUERO - AMIGO

¿Ya ha indicado sus respuestas? Pues hágalo antes de continuar leyendo, ya que a continuación no voy sino a exponer lo que ocurrió en clase, haciendo especial reseña a la que fuera mi opinión.

El objeto del juego no es otro que reflexionar, exponer las ideas y debatir éstas en grupo. Hete aquí el porqué, es importante contestar antes de continuar con la lectura; para no crearse un prejuicio o idea previa.

Obviamente, quienes realicen el ejercicio en soledad no podrán ir más allá de una meditación personal y confrontación con mi parecer, el cual para nada pretende erigirse como dogma.

Transcurridos apenas unos minutos después de la lectura, las compañeras que monitorizaban la actividad dieron inicio al diálogo lanzando una pregunta a la grada - ¿Quiénes han considerado a la mujer la más responsable?

Un buen número de alumnos, aproximadamente una tercera parte, levantó la mano. A la hora de justificar el porqué de su decisión, el argumento mayoritario justificaba la muerte en la infidelidad.

La siguiente pregunta se formuló en el mismo sentido, sólo que en esta ocasión apuntando al marido como responsable. Quienes consideraron que la responsabilidad era de éste, argumentaban que no debería haber desatendido su matrimonio por cuestiones laborales. En esta línea pero al contrario, surgió el comentario de otro compañero, ya mayor, con el perfil del típico padre de familia, que rebatió esta postura defendiendo al marido porque él no hacía otra cosa que trabajar para sustentar el hogar, opinión ésta a la que otra compañera, también mayor, se opuso porque en esa línea soslayaba otros aspectos también importantes de la familia, incluido el menosprecio de la actividad de la mujer por no estar remunerada. Bajo mi punto de vista, en estos comentarios se pudo ver claramente la egoimplicación de los participantes.

La actividad siguió su curso. Unos encontraban culpable al barquero por no obviar en esa situación el que la mujer no llevara dinero, otros al antiguo amigo, ya que si era amigo debería haberle dejado el dinero, otros al amante, cuya actitud tacharon de inaceptable, así como otro grupo que culpó al loco.
Una vez escuchados todos, intervino el que suscribe la presente, quien señaló a las monitoras que tal vez se les había olvidado hacer una pregunta... ¿Hay alguien qué no haya encontrado ningún responsable?

De inmediato, y tras considerar mi propuesta, se lanzó dicha pregunta, ante la cual, únicamente levanté yo la mano. Acto seguido, comencé a argumentar lo que a continuación capitulo:

Tal vez sea por deformación profesional, pero en mi parecer, no se puede encontrar un completo responsable. En el grupo clase se vieron dos grupos especialmente diferenciados. Uno es el de "aquí o follamos o la puta al río". La mujer ha sido infiel, así pues, si la matan no pasa nada. Se lo merece. Muerta está bien.

En el otro bando estaban los que cargaban contra el marido. Mi comentario al respecto: además de cornudo apaleao. No tiene bastante el hombre con que le sean infiel, sino que encima acaba teniendo la culpa del asesinato.

También hubo comentarios con ánimo de rebate, que apuntaban a la inmoralidad del barquero o del amigo por anteponer motivos económicos a las consecuencias que la negativa podría tener. A mi entender, la circunstancia no es tan simple como el mero hecho de dejar el dinero o no. Al prestar el dinero, te haces partícipe de la mentira, del engaño hacia el marido. La actitud de los alumnos era la de no le dejas el dinero, por eso tiene que cruzar el puente y por eso la matan.

A mi entender, nada más lejos de la realidad. A la mujer ni el barquero ni el amigo (mismas circunstancias respecto a los hechos, pero en distinto estrato por el anterior vínculo de amistad del segundo) efectivamente le dan el dinero, lo cual, en ningún caso es sinónimo de que la estén empujando a una muerte segura. Ellos nunca pueden ser responsables de los actos de terceros, y con esto me refiero tanto a la infidelidad como al crimen. Si ella no puede cruzar el río por otro lugar que no se a el puente, tendrá que valorar si lo cruza o no. ¿Por qué no se estima la posibilidad de que se quede en el otro margen, llame a su marido y le cuente todo? Ella cruza por iniciativa propia.

En este mismo supuesto que el barquero y el amigo, estaría el amante. Con la diferencia respecto a estos de que él ya es partícipe del engaño, y por consiguiente además, se le entendería mayor vínculo afectivo con la mujer. No obstante, sigue sin ser él quien la lleve a cruzar el puente y la mate.

En conclusión, en mi opinión el único posible responsable sería el loco, y como loco está, pues a pesar de ser el ejecutor se encuentra exento de responsabilidad, ya que no es dueño de sus actos. Otra cuestión sería determinar en que términos se tenía conocimiento de su salud mental y como se llevaba su caso en consecuencia.

Espero que el juego haya sido de su agrado, y consideren la conveniencia de la aplicación del mismo si tienen oportunidad, tanto con una finalidad lúdica y de fomento de la comunicación, como por su perspectiva de ejercicio participativo y reflexivo.

Si con la entrada de hoy he conseguido, además de que pasen un buen rato, que piensen, y por supuesto, me refiero a que piensen bien, el objetivo está cumplido.