La vida requiere un esfuerzo

Es patente en la juventud la apatía por dedicar empeño y trabajo de cara a la consecución de aquellos objetivos que persiguen.
Lo más fácil ante esta situación es criticar hueramente tal actitud desidiosa, sin profundizar mayormente en el porqué se produce.
Indudablemente, la respuesta la encontramos como siempre en la educación. Término éste que nunca debe relegarse única y exclusivamente al ámbito escolar, ya que en el resto de ambientes en que el niño se mueve, la educación, que no deja de ser una forma de adiestramiento, también se da. Concebir que la educación sólo se da en el colegio no es sino iniciar cualquier planteamiento subsiguiente con un error de base.
Posiblemente consecuencia del crecimiento económico que se ha dado en España en los últimos años, en el que en tan sólo tres generaciones se ha prosperado del pasar hambre, al tener de todo, nos hemos encontrado con una actitud paternal sobreproteccionista, en la cual la juventud se ha acostumbrado tanto a conseguir todo sin esfuerzo, como a tener razón siempre, aun a pesar de no tenerla.
Así mismo, el sistema educativo, fundamentado en unos principios de igualdad e integración del alumnado, ha encontrado su subsistencia en el establecimiento de unos objetivos mínimos muy mínimos, los cuales en muchas ocasiones llegan a ser incluso soslayados cuando no se alcanzan, conforme con la tendencia de evitar repetir curso.
En consecuencia con lo expuesto, y ayudado por otros factores como los exitosos pero vacíos modelos de la sociedad actual, así como el entorno acomodado a la dinámica imperante, valga por ejemplo el archiconocido "aprenda inglés sin estudiar", hemos generado una juventud que en su mayoría, no concibe el esfuerzo como el camino a la conquista de las metas propias, entre otras cosas, porque el término conquista está ya tan diluido que ni siquiera saben dónde está.
El más eficaz medio de cara al logro no es otro que el trabajo. Habida cuenta de la satisfacción personal que dicho empeño comporta, doblemente reforzado si va acompañado por el éxito. El esfuerzo es un valor, como tantos otros, que hoy se encuentra en crisis. Esto genera una masa social apática, sin propósitos, sin inquietudes.
Redunda así mismo en personas que no persiguen la adquisición de conocimientos. La cultura es una de las principales vías hacia la libertad. La falta de saber, genera personas pobres, sin criterio propio, sin espíritu crítico. Convertirse en un ente fácilmente moldeable y dirigible tan sólo redunda en beneficio de unos pocos.
Esfuerzo, trabajo, empeño, generan claridad de ideas, cultura, hombres libres. La cultura es el único medio de poder del pueblo.




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